Por circunstancias de la vida, llegué tarde a la matriculación para hacer el grado de interiorismo, así que para no perder 1 año, decidí hacer un grado de Obra Civil (nada que ver con interiorismo) pero ahí me enseñaron a utilizar los programas necesarios para hacer planos. Trabajé 1 año en el Ayuntamiento de Barcelona en el departamento de Proyectos de Obra Civil y al terminar, pude matricularme al grado de interiorismo donde me especialicé en amueblamiento. Durante esos años acabé de enamorarme del diseño, de los interiores, de las distribuciones y de todo lo que tuviese que ver con eso.
Salí del grado con ganas de comerme el mundo, quería trabajar y aprender mucho, pero no fue suficiente para conseguir un empleo, así que cansada y después de muchísimas negativas, me dije a mi misma, «siempre has soñado con tener tu propia empresa, la querías montar más adelante pero, ¿por qué no montarla ahora?» Sin pensarlo dos veces, me lancé al mundo empresarial.
Unos años más tarde sigo aquí, diseñando hogares con alma, que emocionan, hogares para ser vividos.