«Contratar a un interiorista es para gente rica»
«El interiorista es muy caro»
«El interiorista solamente va de tiendas a comprar muebles y decoración»
Ni el interiorismo es para gente rica, ni el interiorista es caro y mucho menos la función del interiorista es ir de tiendas a comprar muebles y decoración. Vamos a desmentir esos mitos: Antiguamente, poder contratar un interiorista sí que era de gente con mucho poder adquisitivo, pero hoy en día no es así. Las necesidades de las personas han cambiado y la preocupación por la apariencia de nuestro hogar y como nos sentimos en él, también. Mis clientes no son gente rica, trabajan como todo el mundo honradamente, pero tienen claro lo que necesitan en su hogar. Tal vez penséis: «Olga, para poner 1 mesa y 4 sillas no necesito contratar a nadie». Es cierto, no necesitas a nadie para hacer eso, pero si lo que quieres es una habitación de revista, donde puedas sentirte bien, que cumpla todas tus necesidades y que sea práctica y funcional, entonces si necesitas un interiorista. Os hago una pregunta ¿Alguna vez habéis buscado un hotel, veis fotos del interior y lo descartáis por como está decorada la habitación? No hace falta que respondas porque sé que os ha pasado y es que los interiores hablan, cuentan historias, transmiten sensaciones. El interiorista claramente puede ir de tiendas a comprar muebles y decoración, pero eso es una parte minúscula de su trabajo. El interiorista hace planos, planos con cotas, planos de detalle, planos de redistribución, planos de instalaciones, el interiorista hace imágenes fotorealistas o dibuja la estancia en 3D. El interiorista asesora. El interiorista hace proyectos, sabe de medidas y conoce las normativas. El interiorista conoce como se construyen los diferentes elementos constructivos. El interiorista coordina las obras y mil cosas más.
¿Sabéis lo que más hago en el estudio? Planos e imágenes 3D.
Contratar a un interiorista no es caro, claramente si pensabais que se dedicaban a ir de tiendas, quizás si os parecía caro, pero ahora que ya sabéis lo que hacemos de forma generalizada, os digo yo que no es caro. Hacer un interior no es cosa de 2 días, tardamos semanas e incluso meses en diseñar un espacio. Hay miles de factores a tener en cuenta y mis clientes lo pueden verificar. Pagar a un interiorista no es un gasto, es una inversión, imaginad que tenéis un piso que queréis vender, pero es antiguo, oscuro, nada atractivo para futuros compradores, tasan el piso por 200 mil euros. Contratáis a un interiorista, lo pone a punto, le da luminosidad, lo reforma, le devuelve la vida y lo hace atractivo para los compradores. La inversión ha sido mínima. Se tasa de nuevo y ahora el piso vale 300 mil euros. ¿Ha válido la pena invertir en un interiorista verdad? Lo mismo pasa con nuestra casa. Muchas veces me llegan clientes que han diseñado el interior con empresas de reformas les han hecho un cristo, ¿por qué? Porque muchas de ellas no tienen un interiorista como tal en su equipo y no saben de interiorismo. Acuden con pocas esperanzas a mí, pensando que no hay nada que hacer y se equivocan, todas las casas tienen su potencial, solamente hay que sacarlo a relucir y ¿cómo se hace eso? Contratando a un interiorista.
Después de esto, ahora sÍ, vamos a ver los 8 beneficios de contratar a un interiorista.