La funcionalidad de un vestidor comienza por el orden, de modo que colocar las prendas que más se usen a primera vista es fundamental, relegando las zonas más altas del vestidor o de menor uso para prendas que no corresponden a la temporada o que usamos menos.
Para optimizar el espacio, un buen recurso es incorporar cajones o cajoneras de tamaño amplio ya que aportan comodidad y son más prácticas a la hora de ver las prendas. Por otro lado se debe destinar un espacio para colgar vestidos y trajes. Por ello, debemos dividir el espacio en dos zonas distintas (una para las prendas de menor tamaño y otra para las prendas más largas).
También se debe tener en cuenta la disposición de accesorios de uso diario como pañuelos, corbatas, gorros y gorras, cinturones, ropa interior, así como joyas.
Las baldas en un vestidor es otro accesorio importantísimo que nos permitirá guardar prendas de ropa que ocupen más espacio como los jerséis o incluso las utilizaremos para poner cajas encima.
Algo que no puede faltar en un vestidor es el zapatero y es que necesitamos un lugar donde poner todos nuestros zapatos bien ordenados y a la vista. El zapatero puede ser un mueble cerrado o bien unas baldas.
Truco: Para tener una excelente organización debemos pensar qué cosas queremos guardar, por ejemplo si usamos corbatas, ¿donde las guardaremos?, o si tenemos muchos relojes. Debemos ser conscientes de las cosas que queremos guardar para saber qué accesorios necesitamos en nuestro vestidor y de esta manera conseguiremos tenerlo todo perfecto y bien organizado.